Fue una sociedad con una clara división del trabajo, permitiendo el desarrollo de actividades altamente especializadas que requerían ingentes recursos humanos, fundamentalmente en la industria textil y agrícola. Debió estar gobernada por una aristocracia teocrática, con una importante casta sacerdotal a cargo de los centros ceremoniales repartidos en su territorio. La nobleza guerrera fue una clase predominante, al tratarse de un pueblo belicoso como sugieren las reiteradas expresiones artísticas de cabezas trofeo.
Su economía se basaba en la pesca, caza, recolección de frutos y mariscos y el cultivo - pallar, algodón y maíz - en sus valles. La tarea agrícola no fue fácil, debieron fertilizar los suelos y realizar canales de irrigación.
De Cabezas Largas, Cerro Colorado y Wari Kayan los primeros sitios relevados por Tello y que permitieron reconocer la cultura Paracas poco ha quedado debido a los constantes saqueos.
En el valle de Ica hallamos dos de los sitios más extensos: la aldea fortificada de Tajahuana y en el bajo, Ánimas Altas, un lugar con clara influencia Chavín, con plazas, viviendas, talleres, cementerios, y una plataforma en forma de "U". Ente ellos está Ocucaje, donde en 2008 se descubrió en un cerro un geoglifo en forma de cóndor junto a tres figuras.